La espiritualidad personalizada

Con la aparición de Internet y las redes sociales, las personas ahora tienen acceso a una amplia gama de recursos espirituales y filosóficos que pueden explorar de forma individual. La búsqueda de la verdad y la espiritualidad se ha vuelto más personalizada, y muchos encuentran satisfacción en seguir su propio camino en lugar de adherirse a una institución religiosa.

El camino de la espiritualidad personalizada es un reflejo de nuestra era. Atrás quedaron los días en que las creencias religiosas se transmitían solo a través de estructuras y dogmas establecidos. Ahora, cada persona puede explorar diferentes enfoques y encontrar su propia verdad. Podemos por ejemplo, estando en una habitación o al aire libre, hablar a Dios y tener la certeza de ser escuchados (aunque no escuchemos respuesta sonora en nuestro idioma, jaja lo cual estaría cool…)

Este nuevo panorama post-pandemico, ofrece oportunidades inesperadas para aquellos que buscan la trascendencia y el significado. Ya no estamos limitados por las creencias y prácticas tradicionales; en su lugar, podemos nutrir nuestro abanico con lo que nos llame. NOTA: La iglesia ofrece este abanico en su doctrina, más no es la única manera. Es una alternativa justa, porque da gloria a Dios nuestro creador, y lo hace de la forma en que el mismo lo dictó (documentado en el libro de Los Numeros de la Biblia y de ahí se fue adaptando hasta nuestros tiempos).

Los caminos alternativos han existido desde antaño. Yo me pregunto porque nunca antes la iglesia ha adaptado, x o y teoría; o porque no ha buscado en lo oculto, en lo difícil, en lo que pocos siguen, la nueva salida hacia un mundo mejor? Mi opinion es que seguramente las ha buscado. Seguro esto lo han explorado ya otros consagrados, y si no es así, mi apuesta es que Dios quien conoce mejor que nosotros el universo creado por Él, Su Universo, si Su iglesia tiene otras consideraciones, es decir, si revela sus secretos a gente sencillas, es por algo.

También considero que no existe salida fácil a nuestra existencia. La dicha que hay es ver la felicidad de otros, lo cual tampoco es fácil de lograr. Esa es mi opinión y reconozco que estoy influenciado por mi tiempo, historia personal, familia, experiencias.

Regresando a la espiritualidad actual, no se trata de rechazar por completo las tradiciones existentes, esto sería demasiado radical, sino de reinterpretarlas y adaptarlas. El hacerlo de esta forma nos permite abordar lo que resuena con nosotros y descartar lo que no, construyendo así un camino único, personal y significativo.

La espiritualidad personalizada también nos anima a adoptar un enfoque práctico y orientado a la acción. En lugar de simplemente creer o rezar (expandir), somos impulsados a vivir de acuerdo con nuestros valores y creencias, y a aplicar esos principios en nuestras interacciones diarias con los demás y con el mundo en general.

Resumiendo, la iglesia nos ofrece un camino de armonía y sana convivencia. No es el único, podemos explorar otros. Y si decidimos hacerlo así, la iglesia nos desea lo mejor: como un padre que despide a sus hijos, comprendiendo que vivirán sus elecciones. Esta es la felicidad madura que muchos anhelamos.